miércoles, marzo 29, 2006


En silencio, si te miro,
se ilumina tu espalda.

Marco un gesto, una palabra,
muestro la voz de lo sincero.

Recorren mi cuerpo vías sin destino,
y decido sucumbir,
arroparte y alejarme, justo antes
de sentir, sufrir sin tus brazos abiertos.

Pruebo a olvidar, a elegir otro momento,
cerciorarme de tu ausencia,
y en presencia del vacío de tus labios
disfrazarme de infante, de luz sin calor,
de un olvido sin suficiente recuerdo.

6 comentarios:

  1. Anónimo1:42 a. m.

    Estoy cansado, la noche tambien...

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  2. Anónimo9:14 p. m.

    Me encanta..... no se puede decir mas....

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  3. Anónimo11:09 a. m.

    bueno... uno soso (fer) y la otra escueta (amanda), eres la hostia, y tus poemas algún día recorreran el mundo, y crearán un pensamiento común, y abrá críticos muy sesudos intentando intuir la intención de tus palabras, y la crítica se alzará en alabanzas...
    algún día alguien, escribirá algo precioso para tí, y estos momentos recobrarán su justa importancia!
    algún día serás el puto amo de los poemas, y nosotros seguiremos ahí, intentando sacar tajada... pero ahí!
    ;)
    RAMÓN!

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  4. Anónimo1:37 p. m.

    Me pasais la sal?¿?

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  5. Anónimo12:59 p. m.

    para el soso, esto no es cuestión de sal, es que estás meriloto perdío, curratelo!!

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