miércoles, febrero 15, 2006


Durante horas y horas observé como un corazón de manzana se oxidaba. Poco a poco se retorció y oscureció cada vez más. De debajo de la mesa fueron apareciendo pequeños insectos que lo devoraron lentamente, consumiéndolo mordisco a mordisco. Y al final, cuando ya no quedaban más que migajas, mi cuerpo cayó encima de la mesa. Y sentí, como por estar despistado, una hilera de insectos me había devorado el corazón.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Son así. Los insectos.


A ver cuando vienes por aquí.
Un saludo,

flaumo

Cvalda dijo...

Un texto genial,bastante comparable a lo que hace nuestra sociedad con nosotros...¬_¬ prefiero no pensarlo.

¡Vivan los insectos!

Mathieu Saladin dijo...

Esto esta muerto x_x

Anónimo dijo...

Desde un Ciber Buen Escrito Es.

Cvalda dijo...

Si esto está muerto,Hugo,tu blog está bajo tierra,sellado y sin posibilidad de encontrar la tumba, JA JA JA JA

Anónimo dijo...

Todos tenemos un corazón de manzana y casi todos vivimos despitados...