domingo, enero 14, 2007


Esta historia tiene un final feliz,
un final de esos de película,
un final de tres letras,
un final con el beso de la pareja,
con el aplauso del público.

Aunque ahora
haya dejado de leer
y la cafetera no funcione
como debería.

Pero esta historia
tiene un final feliz.

Aunque no disfrute
de la música que pongo,
aunque haga frío
y no encuentre el modo
de aplacarlo.

Y tiene un final
feliz
porque todo eso que ocurre
le da sentido a estar aquí,
le da sentido a tirar la ropa
por la ventana
y bañarse a las tres
de la mañana.

Le da sentido
a una lámpara sin bombilla,
a un alquiler demasiado caro,
a un edificio con mal olor.

Le da sentido
porque elegirlo
fue la clave,
porque yo fui quien quiso
que todo sucediese
como te lo cuento.

Y el final feliz se lo das tú,
cuando en media hora
entres en mi coche
y me saludes con un beso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espléndido, me alegra leerte de nuevo, yo solo espero que mi final no acabe nada. Un abrazo Jules, te echo de menos. JIM