La oficina
de Alfred
estaba en el segundo piso.
- Joder Javier,
no te había reconocido,
como has cambiado.
Me presentó
a todo el mundo
y me invitó
a un café.
A través de un cristal,
en un despacho,
un hombre
hablaba por teléfono.
- Ven, te voy a presentar
al director, era amigo de tu padre.
¡Jorge!, mira a los ojos a este chaval
y dime a quién te recuerda.
- A Vicente Das.
Mi padre
había muerto
hacía cuatro años,
y yo no había
visto a ese hombre
en mi vida.
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