martes, mayo 19, 2009

Presentación de la nueva novela de Salem en la Casa de América.

La primera novela de Carlos Salem (Camino de Ida, Salto de Página, 2007) la compré el año pasado en la Feria del Libro de Madrid. Aproveché que estaba él firmando y me hice con ella. Creo que tardé dos días en leerla. Me encantó. La segunda (Matar y guardar la ropa, Salto de Página, 2008) la encontré en una librería en Málaga y aún fui más rápido en su lectura que con la primera. Y al mismo tiempo me gustó más que la anterior. Aún no he podido hacerme con esta tercera (Pero sigo siendo el rey, Salto de Página, 2009) pero estoy seguro que la devoraré como las anteriores, enganchado a sus páginas, a sus personajes, a sus tramas entrelazadas. Y después de asistir ayer a la presentación en la Casa de América y escuchar parte de la trama, personajes y opiniones del mismo Salem sólo he logrado tener aún más ganas de conseguirla.
Llegué con mi hermano/compañero de fatigas/amigo ante todo José Ángel Barrueco. La presentación corría a cargo de Daniel Martínez, David Torres y el mismo Carlos Salem. Daniel Martínez, que es uno de los miembros de la misma editorial, nos presentó a David y a Carlos, aunque ambos no necesitan de presentaciones, para darle la palabra a David. No quiero extenderme en lo que dijo cada uno, por lo que resumiré las sensaciones con las que salí de allí.
Carlos Salem vuelve a sorprendernos con su imaginación en esta tercera novela, vuelve a hacer una Road Movie, vuelve a sus personajes excéntricos, a sus situaciones delirantes. Con la Casa Real, o más bien, con el Rey como protagonista, nos engancha de nuevo a gran imaginación. Tal vez para mí lo más destacable de toda la presentación sea lo que opinó Carlos Salem respecto a la figura del Rey “me quedo con ese niño de 10 años que está jugando en la playa mientras sus padres deciden su futuro, y que después de eso, nunca dejará de ser un niño”.
Por la tarde aún no tenían la novela en algunas librerías que visité, así que aún tendré que esperar un poco más para hacerme con ella, pero estoy seguro que merecerá, y mucho, la pena esperar.

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