Ésta es una novela deliciosa. Que engancha, que engancha y se devora. Con continuas referencias a películas que Jab veía en el cine que su familia tenía en Zamora. Un cine de barrio, de sesión doble, de los que tenían bar en el interior, a donde acudían los maás variopintos personajes de la zona como quien va a un bar de barrio donde el camarero te conoce y las caras del resto son conocidas. Jab nos habla de su infancia, de él y su hermano jugando a ser karatekas, chinos, vaqueros, indios. De las comidas que se organizaban en la habitación al lado del bar y de cómo la gente iba atraída por el olor a carne. Nos habla de la adolescencia, de las chicas, de ligar. En definitiva, Jab nos habla de vida, de pura vida, contada como ocurrió y con una grandísima cantidad de humor. Una novela para leer y disfrutar, y releer y volver a disfrutar.
Enhorabuena, hermano.
POMPEYA FOR PRESIDENT.
La maniobra en la que yo salía primero para contemplar sus encantos era uno de mis hábitos, y a menudo la ayudaba a izarse, y sumergía mis miradas en esa orilla deliciosa de su escote moreno revestido de pecas, y si alcanzaba a entrever un pezón, ganaba una batalla, aunque jamás ganase la guerra.
Enhorabuena, hermano.
POMPEYA FOR PRESIDENT.
La maniobra en la que yo salía primero para contemplar sus encantos era uno de mis hábitos, y a menudo la ayudaba a izarse, y sumergía mis miradas en esa orilla deliciosa de su escote moreno revestido de pecas, y si alcanzaba a entrever un pezón, ganaba una batalla, aunque jamás ganase la guerra.
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