jueves, diciembre 15, 2005



Un hombre pasea por el puerto con los cordones de los zapatos desatados. Fuma en su pipa preferida al tiempo que observa como las olas rompen contra las rocas. De repente, descubre un gran pez rojo y verde que ha sido arrojado al suelo. El pez trata de respirar, y cuando mira al hombre se echa a llorar. Este, dándose cuenta de que ya es demasiado tarde para devolverlo al agua le propone un trato, intercambiar sus vidas. Y de esta forma, el hombre, tras desnudarse, se arroja al mar. Y el pez, que poco a poco se pone en pie, se viste con las ropas del hombre y agradecido continua su camino.
El tiempo pasa, y para ambos su nueva vida se convierte en algo que odian. El hombre no soporta la monotonía del fondo del mar y, por otra parte, el pez cada vez se siente peor por el ruido, el humo y el caos de la ciudad. Un día, sin saberlo, tras un mes en su nueva vida, ambos deciden suicidarse. El hombre, una mañana, salta del agua para arrojarse a tierra, y el pez, paseando por el puerto, se arroja al mar.

6 comentarios:

Zorgsky dijo...

Tiene un par de... como se dirían... moralejas? La primera y más inquietante es que la muerte es algo que se debe aceptar como tal. Lo que llevó al hombre a intentar salvar al pez al final terminó por matarlo a los dos, y además de pena. Otra sería que cada uno tiene su lugar, y lo que parece alegre desde un punto de vista, parece triste desde otro. No es todo tan relativo?

Pero si he de quedarme con algo, es con ninguna, muchas veces como me pasó viendo el cortometraje "L'homme aux bras ballantes" (quién no lo tenga que lo pida!), que seguro tendría alguna moraleja, pero sin tenerla ni encontrarla, ya de por sí me gustaba.

Un saludo.

Anónimo dijo...

¡Por fin puedo entrar de nuevo a tu blog!Es que había tenido problemillas con las páginas tk...:S A partir de ahora seguiré de nuevo tus obras fielmente,jeje.

Sólo quería decirte que me alegré mucho de conocerte ayer,y tanto tú como María me habeis caido genial :) Espero tener la oportunidad de veros más veces. Saludos a ti y a tu madre desde Andorra.

P.D.Veo que tu amiga Lucy Flynn tiene muchas cosas que decir...

Anónimo dijo...

Un relato muy chulo, curioso, creativo, sensible y un largo etcétera.

Al igual que la persona que lo ha creado, genial.

Gracias por ser como eres. No cambies nunca, si no es para mejorar.

Siempre...

Anónimo dijo...

La moraleja que saco yo es: átate los cordones cuando pasees cerca del mar.
Escribes bien, lamechepas.

Anónimo dijo...

Te odiaré por siempre por no haber venido a Hormigas...Estuve más sola que la una (bueno,eso si no cuento a las familias de Hugo y Ángel y las otras 40 personas que habría allí...:S)Me parece que si tienes que esperar a que te enseñen el video te pueden salir canas,pero no te preocupes,que Hugo me ha dicho que van a intentar mover la obra,asi que puede que tengas la suerte de verla en directo :)
Por cierto,apoyo la moción de quedar más veces,¡y a ver si le das vida a esto,que me apetece deleitarme con tus suculentas historias!
¡Feliz Navi-das!(que malo... ¬_¬)

Anónimo dijo...

Esto está muerto...x_x