domingo, marzo 19, 2006


19.03.2006

Aprendí a sujetar mi vida con una sola mano. A mirarla, y sin hacerme preguntas aprendí a continuar. Pero ahora es tarde y los perros ladran. Y a mi se me desencajan las piezas.

¿Cuánto tiempo ha de pasar para considerar que hemos sorteado los obstáculos? Puede que no sea cuestión de tiempo, puede que únicamente las reglas del juego no las leímos hasta el final. Y ahora es cuando descubrimos la regla de número de jugadores mínimos para llegar a meta.

Pero de vez en cuando los juegos cambian y la banca se queda sin dinero. Y en las tarjetas sorpresa solo queda espacio para avanzar casillas, para poder, antes que nadie, salir de la habitación.

Un día de estos nos encontraremos. Y podré despedirme como nunca lo hice.

5 comentarios:

Cvalda dijo...

Lo bueno o lo malo de los juegos es que cada uno de los participantes entiende las reglas a su manera...

Anónimo dijo...

Las reglas del juego las escribimos nosotros con una sola mano, mientras que con la otra palpamos el mundo intentando encontrarlas.

Anónimo dijo...

Si los juegos no cambiaran, si la banca no se quedara sin dinero, si no pudiesemos escribir nuestras propias tarjetas, creo que no podría escribir estas lineas. De echo, creo que no podría siquiera respirar; sería alergia.

Por cierto. Las reglas del juego no se leen, se crean...

Anónimo dijo...

Vaya, x cierto. Habías visto la jaula de los monos??

Tas todo atento!

Anónimo dijo...

¿Cuánto tiempo ha de pasar para considerar que hemos sorteado los obstáculos?

... ojala sea poco, porque nunca es una fecha, ni es un momento establecido, pero bueno... ocurrira y llegara... espero!


Amanda