domingo, marzo 26, 2006



Se queja
mi mano al rasgar el papel.

Bailo sin aliado,
y las ventanas abiertas
dejan escapar las palabras.

Desde entonces, en silencio,
recuerdo que te amo,
para que resuene la despedida.

1 comentario:

Cvalda dijo...

Cuando eres pequeño cuestionas todo,pero con los años aprendes a guardar en silencio todas esas preguntas que nadie sabe resolver,todos esos sentimientos que difícilmente se pueden abarcar con los diez dedos de las manos,todo aquello que te gustaría decir pero que nadie alcanzaría a entender...

(Ya he visto que conoces a Maltieri,es genial,¿verdad?)