lunes, octubre 24, 2005


Tenía una mochila azul. La llevaba siempre conmigo. Incluso los días que la dejaba en casa a propósito tenía continuamente la sensación de que me faltaba algo. Al principio la llevaba por si la necesitaba para guardar algo, pero con el tiempo la llevé para tener siempre conmigo todas las cosas que me eran imprescindibles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta leer esta página...